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miércoles, 20 de mayo de 2015

Mira lo que acabamos de encontrar...

... El bullying ya está llegando demasiado lejos, no podemos permitirlo, echen un vistazo al comentario de un chico dn un foro de videojuegos:


Buenas noches tengan todos, comunidad de los foros de League of Legends de Latinoamérica. Nunca posteo en foros, mucho menos en estos, aunque si soy recurrente a leer muchos posts. Pero hoy vengo a contarles la realidad de lo que es jugar como rol principal el del soporte en LAN: un martirio.

Tengo desde que se abrió la beta jugando en LAN, y me he llevado mis colerones y mis buenas partidas, pero lo que sucedió hoy no tiene ni precedente ni justificación. Últimamente, los demás jugadores me atacan a diestra y a siniestra, a veces sólo porque el soporte contrario pone una ward morada y me quita mi morada, a lo que muy bien recuerdo escribían "GG reporten a esta perra, le quitan las wards a la n00b".


Hoy me han tratado lo peor posible en LAN. NUNCA, en mi vida, había recibido TAL HUMILLACIÓN. Hoy, dos usuarios (jugando en duo queue, en una partida normal) me hostigaron hasta no sólo a tratarme con improperios, sino también a decirme que me suicidara en la vida real. NADIE ME DEFENDIÓ EN TODA LA PARTIDA. Tuve que aguantarme a que me trataran como una basura, y ver cómo estos individuos simplemente me acosaron durante 40 minutos de partida, en los que no se rendían para acosarme más, y tratarme como una escoria, y decirme que debía morir en vez de jugar LoL. Sinceramente, seguro es así como se debe sentir alguien que fue violado.

Nunca había querido llorar por querer jugar un videojuego, hasta ahora. Lo único que quiero es divertirme, no que me hagan bullying ni que me denigren de esa manera en una partida.

Ya no soporto esto, ya son como 10 juegos que me tratan como una escoria, y de verdad me siento terrible porque no puedo jugar mi juego favorito en paz. Ni siquiera puedo defenderme, por el hecho de que no existe un tribunal que me ayude. Estos son los momentos en los que ese par se va a escapar sin castigo, y yo acá estoy, como una víctima. Porque así me siento, aunque me traten de "m***ca".


Esto me aburre y me deprime, porque ya se me murieron las ganas de seguir jugando. Lástima el dinero que gasté en las apariencias de los campeones que amo, porque de nada sirven si no los puedo disfrutar en paz.

Riot, deben de ayudarnos a nosotros, su comunidad. Esto no puede seguir...

miércoles, 18 de marzo de 2015

El empollón asesino

Pero la historia que de verdad siempre recordaré fue la de un chico de suave hablar, tímido e inteligente, y pelo rojizo. Era uno de los primeros de su clase, el tipo de chico que sabes que nunca se va a meter en líos. Levantó la mano y confesó haber enviado amenazas de muerte por e-mail. Eso llamó mi atención al momento.

Habló un poco sobre su vida. Dijo que no se mete en líos en la vida real. Entrega los deberes a tiempo, se va derecho a casa después del colegio, escucha a sus padres… Pero envía amenazas de muerte por Internet. Cuando indagué más, dijo que nunca haría nada malo, porque tiene miedo de que le descubran y de meterse en líos. También dice que le gusta ser un chico bueno.

Pensó que sería divertido representar sus fantasías en Internet. Cuando le pregunté por qué lo hizo, dijo sencillamente: “Porque puedo”. Es un buen chico. Es el tipo de chico que te gustaría que fuese amigo de tus hijos, ese al que siempre nos referimos cuando decimos “¿Por qué no serás como Fulanito?”. Nunca se le ocurriría ni soñar con amenazar a alguien fuera de la Red. Pero en Internet ya no es un estudiante aplicado y de buenos modales. Online él es el chico duro y violento que siempre ha fantaseado ser. Juega a ser otra persona. Es la versión ciberespacial del Dr. Jekyll y Mr. Hyde. Y lo hace desde la seguridad de su dormitorio, cuando acaba los deberes.

El problema es que cuando llega una amenaza de muerte por medio del correo electrónico, el destinatario no sabe que ha sido este inofensivo empollón el que lo ha enviado, y piensa que es una seria amenaza. También es una amenaza seria cuando la policía le sigue el rastro hasta su casa y llama a su puerta.
Comienza el juicio contra los acosadores de Phoebe Prince, la joven inmigrante que se ahorcó en los EE.UU.

Ayer martes comenzó en Massachusetts el juicio contra nueve adolescentes (siete de ellos, chicas) que supuestamente acosaron y maltrataron física, psicológicamente y a través de móviles y de Internet a una compañera de escuela, inmigrante irlandesa. Phoebe Prince, de 15 años, fue acosada, humillada y agredida durante tres meses por algunos compañeros del instituto hasta que no pudo aguantarlo más y se suicidó ahorcándose.

Seis de los acusados serán juzgados como adultos y, en caso de ser hallados culpables, podrían pasar el resto de su vida en la cárcel. Se trata de la primera vez en Estados Unidos que la Fiscalía del Estado lleva adelante un caso debullying. Varios de los acusados han sido expulsados de la escuela, aunque la mayoría de ellos hace pocos días, cuando las acusaciones se hicieron públicas.

Lo que muchos padres y algunos medios de comunicación encuentran especialmente alarmante es que varios profesores y personal del colegio supieran lo que estaba pasando, sin tomar medidas que evitasen el trágico desenlace. En dos ocasiones la madre de Phoebe se dirigió a la escuela en busca de ayuda, informando del maltrato al que era sometida su hija y expresando su miedo a que pudiera ocurrir algo a su hija. Sin embargo, en los dos casos le dijeron que no había motivo para preocuparse.

El grupo de adolescentes que se sentará en el banquillo la insultaba a voces en los pasillos del colegio, en la biblioteca, en la cafetería o en el camino de vuelta a casa. Le llamaban día tras día puta irlandesa y zorra, la empujaban, le tiraban cosas, le quitaban los libros de la mano y le mandaban mensajes de SMS con amenazas. El último día de su vida Phoebe fue llorando a la enfermería por la mañana. Después fue agredida en el pasillo y al marcharse a casa le arrojaron una lata.

Los responsables del colegio siguen desempeñando sus funciones y han rechazado categóricamente toda exigencia de dimisión.

Siete menores arrestados por grabar humillaciones a otro y difundirlas en Internet


Un grupo de siete adolescentes, internos en un centro de menores de Baleares, someten a vejaciones diversas a un compañero, al que golpean y humillan en varias ocasiones. La grabación se llevó a cabo enm septiembre de 2008 con un teléfono móvil y fue enviada rápidamente a otros adolescentes. Los agresores la colgaron en una página de Internet, por lo que difusión fue todavía mayor.

El vídeo acabó en poder de la Oficina de Defensa de los Derechos del Menor (ODDM) de la conselleria de Asuntos Sociales. Este organismo remitió una copia de la grabación y un escrito a la Policía en el que informaba de los hechos, por lo que agentes del Cuerpo Nacional de Policía adscritos a la fiscalía de menores iniciaron una investigación.

Los pesquisas culminaron entre el pasado sábado y el martes, cuando los siete adolescentes de entre 15 y 17 años fueron arrestados por su presunta implicación en los hechos. Están acusados de trato degradante, humillación y vejación, es decir, un delito contra la integridad moral, según explicaron fuentes policiales.
Se rieron del rarito hasta provocar su suicidio

Ryan se suicidó en 2003 después de años de agresión psicológica. Era acosado continuamente por ser supuestamente gay, afirma su padre. Tras años sufriendo diversos tipos de acoso, al llegar a la adolescencia una traición de un supuesto amigo tras una confidencia online derivó en la extensión del rumor de que era homosexual por todo el colegio. Una chica que le gustaba tonteó con él online haciéndole creer que le gustaba para después humillarlo en persona cuando él dio el paso fuera de la Red, además de distribuir los mensajes privados que había provocado con su fingido interés por él. Fue más de lo que pudo soportar.
Según palabras de su padre: Una cosa es sufrir bullying y ser humillado delante de unos pocos chicos. Una cosa es sufrir el rechazo de una chica y ver tu corazón destrozado. Pero tiene que ser una experiencia totalmente distinta a la de una generación anterior, cuando este dolor y esta humillación son ahora contemplados por una audiencia muchísimo mayor de adolescentes online. Creo que mi hijo habría sobrevivido a estos incidentes de no haber tenido lugar en Internet.
El caso fue clave para conseguir la aprobación de Ley de Prevención del Acosoen el Estado norteamericano de Vermont, siete meses después de la muerte de Ryan.

Condenados por atacar la dignidad de un compañero en Tuenti
Un joven ha sido condenado en Sevilla a pagar una multa de 100 euros por colgar en su perfil de la red social online Tuenti un fotomontaje de un compañero de clase en la que aparecía dentro de una diana tocando un violín. La fotografía permaneció dos meses visible en la comunidad virtual y con ella el condenado "provocó deliberadamente comentarios despectivos" hacia la víctima por parte de sus compañeros de bachillerato en un colegio privado de Sevilla, según recoge la sentencia. Además, el condenado"contribuyó en primera persona a dichos comentarios a través de los chats que sostuvo"con sus compañeros.

El juez considera en su sentencia que el condenado llevó a cabo "un deliberado ataque a la dignidad personal del menor denunciante y a su imagen y buena fama entre los compañeros del colegio, guiado por el propósito de un menoscabo personal y moral".

Junto a este joven, que es mayor de edad, varios compañeros de clase, menores, fueron enjuiciados por la misma causa en el Juzgado de Menores de Sevilla, que les ha impuesto una condena de trabajos en favor de la comunidad en un comedor de caridad próximo al colegio.

viernes, 5 de diciembre de 2014

Ryan se suicidó en 2003 después de años de agresión psicológica.Era acosado continuamente por ser supuestamente gay, afirma su padre. Tras años sufriendo diversos tipos de acoso, al llegar a la adolescencia una traición de un supuesto amigo tras una confidencia online derivó en la extensión del rumor de que era homosexual por todo el colegio. Una chica que le gustaba tonteó con él online haciéndole creer que le gustaba para después humillarlo en persona cuando él dio el paso fuera de la Red, además de distribuir los mensajes privados que había provocado con su fingido interés por él. Fue más de lo que pudo soportar.
Según palabras de su padre: Una cosa es sufrir bullying y ser humillado delante de unos pocos chicos. Una cosa es sufrir el rechazo de una chica y ver tu corazón destrozado. Pero tiene que ser una experiencia totalmente distinta a la de una generación anterior, cuando este dolor y esta humillación son ahora contemplados por una audiencia muchísimo mayor de adolescentes online. Creo que mi hijo habría sobrevivido a estos incidentes de no haber tenido lugar en Internet.
El caso fue clave para conseguir la aprobación de Ley de Prevención del Acoso en el Estado norteamericano de Vermont, siete meses después de la muerte de Ryan

Nueve adolescentes (siete de ellos, chicas) fueron juzgados en 2010 por acosar y maltratar física, psicológicamente y a través de móviles y de Internet a una compañera de escuela, inmigrante irlandesa. Phoebe Prince, de 15 años, fue acosada, humillada y agredida durante tres meses por algunos compañeros del instituto hasta que no pudo aguantarlo más y se suicidó ahorcándose.

El acoso, de hecho siguió online tras su muerte.

El grupo de adolescentes que se sentará en el banquillo la insultaba a voces en los pasillos del colegio, en la biblioteca, en la cafetería o en el camino de vuelta a casa.
La llamaban día tras día puta irlandesa y zorra, la empujaban, le tiraban cosas, le quitaban los libros de la mano y le mandaban mensajes de SMS con amenazas.

miércoles, 3 de diciembre de 2014

Cuatro chicas de 16 años fueron detenidas el pasado 23 de enero en Lalín (Pontevedra) por supuesto caso de acoso escolar a una compañera de clase a la que maltrataban, insultaban y humillaban durante un largo periodo de tiempo no solo en el ámbito escolar si no también a través de redes sociales. Las chicas habían colgado en Tuenti fotos de ella cambiándose en la clase de gimnasia. La detención se produjo cuando los padres de la niña denunciaron al resto de chicas a la guardia civil los cuáles, investigaron el caso y tomaron testimonio de alumnos y profesores del colegio pontevedrés.
Según indico la Fiscalía de Menores de Pontevedra, las cuatro jóvenes están hoy en libertad a cargo de sus padres y el caso pone encima de la mesa la polémica sobre el bullying y el ciberbullying en los centros escolares, una realidad difícil de combatir. Es una violencia entre igualdades que se hace de espaldas a los adultos. Las víctimas en muchos casos las sufren en silencio porque no se ven fuertes psicológicamente. Hay una escasa conciencia en la comunidad escolar sobre la gravedad del anuncio.





miércoles, 26 de noviembre de 2014

La menor que se precipitó el pasado lunes desde un quinto piso del edificio situado en la calle Juan Gris de Palma falleció ayer en la UCI Son Espases donde permanecía en estado de muerte cerebral. El CNP encontró una carta en la que la niña explicaba las razones por las cuales había dado este paso.
La policía nacional investiga el caso ya que en la carta de la niña, había expuesto la situación insoportable que vivía en su círculo de amistades. 
Según se puede saber, la víctima confesó su desesperación el mismo lunes a mediodía a una compañera con la que estudiaba. La joven llegó a contar que no podía más y que tenía ganas de morir. Al parecer, su origen colombiano podía estar relacionado con los insultos que recibía. Entre las teorías planteadas esta la opción de que haya sufrido acoso cibernético o a través del móvil.

miércoles, 5 de noviembre de 2014

En el capítulo 3 os vamos a mostrar la primera noticia de nuestro blog.
Según se acaba de conocer , el miércoles pasado otra chica adolescente se suicidaba en los EE.UU. tras un caso de bulling y ciberbullying derivado de la difusión de imágenes sexuales suyas, en este caso un vídeo. En dicho vídeo la jóven de origen hispanoamericano Felicia García, de 15 años de edad, aparecía manteniendo relaciones (consentidas) con cuatro chicos de 17 años  miembros de un equipo deportivo de su instituto.
La escena fue grabada con un teléfono móvil por alguno de los participantes y difundido a otros estudiantes del mismo instituto. Tan sólo unos días más tarde la adolescente se arrojó a las vías del tren delante de sus compañeros de clase, tras entregarle el móvil a una amiga suya. Algunas fuentes declararon que la chica recibió insultos en voz alta de sus acosadores momentos antes de suicidarse.
Según testimonios de algunos compañeros a la prensa, después de mantener relaciones sexuales con ella en una fiesta posterior a un partido, los chicos no dejaron de meterse con ella acosándola constantemente. Aunque el acoso ya venía de atrás, según han declarado algunos de sus compañeros, a raíz de una relación que mantuvo con un jugador del equipo de fútbol americano. Esto inició un acoso tanto presencial cómo a través de Facebook, donde recibió muchos insultos.
Dos días antes expresó en Twitter estas palabras.