Una investigación reciente realizada en Barcelona estudia las causas o situaciones de riesgo que se relacionan con el acoso escolar. Si se trata de un chico fumador, consumidor de alcohol o cannabis y/o realiza actividades de ocio nocturno de manera habitual, es menos probable ser víctima de acoso escolar. Pero si, por el contrario, un chico lleva una conducta aparentemente poco social o violenta la posibilidad de ser víctima de bullying es mayor. En cuanto a las chicas, solo si presentan conducta poco sociable las posibilidades de acoso son mayores sin importar el consumo o no de substancias.
El otro interés de estudio del bullying son las consecuencias. La secuela más importante de ser víctima de acoso escolar es la soledad, la depresión. Obvio. Si un chico sabe que beber o fumar le va a suponer más beneficios que perjuicios, no habrá preocupaciones porque no se sentirá desplazado al grupo, por lo que no habran estados de depresión.
Esta relación (victima-depresión) la han investigado un equipo estadounidense en la que muestran el vínculo de la victimización con la depresión y el consumo de drogas. Han demostrado que estas tres variables se relacionan entre si sobretodo la relación víctima-depresión, pero de diferente manera según las chicas y los chicos en las otras dos relaciones siendo más significante la relación depresión-consumo de drogas en las chicas y la relación de víctima-consumo en chicos.